CUENCA Y EL PATRIMONIO CULTURAL: Su conservación y salvaguarda
CUENCA Y EL PATRIMONIO CULTURAL: Su conservación y salvaguarda
Introducción
Cuenca consiguió quedarse en la memoria del mundo desde que fuera declarada como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO, el 1 de diciembre de 1999. Si bien este nombramiento llegó a sumar los múltiples galardones obtenidos por la ciudad a través del tiempo, provocó un sentimiento de orgullo en su gente, que se mantiene intacto. A fin de cuentas la declaratoria define muchos de los procesos de desarrollo urbano y sus diferentes aristas. Se considera que el Patrimonio Cultural es un recurso que promueve el turismo y genera importantes ingresos, cuya influencia puede llegar a modelar la calidad de vida de los ciudadanos. Pero, aunque conocer, valorar y respetar la historia ha sido el propósito de las leyes y las instituciones en estos veinte años, un segmento de la sociedad aún no se empodera del tema, aspecto que es visible en hechos contrarios a la conservación. El presente artículo es un acercamiento a algunos aspectos considerados como fundamentales para la comprensión del tema patrimonial y su identificación, con el propósito de apoyar a la difusión efectiva de la cultura de la salvaguarda y protección del Patrimonio Cultural de Cuenca en especial en las instituciones educativas.
Patrimonio Cultural
El Patrimonio Cultural es el conjunto de bienes materiales creados por un pueblo, acervo que se hereda y constituye un pilar de la Cultura. Se incluyen formas inmateriales como las tradiciones, la música, la culinaria que son trasmitidos en la mayoría de los casos, de forma oral y de generación a generación. Como proceso de construcción social, el Patrimonio Cultural es una obra colectiva, producto de una sociedad en el tiempo. Sus creaciones les diferencian de otros grupos sociales, otorgándole un sentido de identidad característico, por lo tanto se dan distintas formas de apropiación y uso. El Patrimonio permite compartir pautas culturales y formas de vida, no obstante en el presente, es influido de forma drástica por los llamados ´fenómenos globalizantes´, lo que nos obliga a repensar su concepto, desde un punto de vista epistemológico y social.
Las Instituciones que velan por el patrimonio
Los años setenta del siglo XX, fueron determinantes para el tema del Patrimonio Cultural, constituyen el paso o desplazamiento desde el ámbito cultural al económico, lo que va a incidir profundamente dando lugar a cambios irreversibles. En este punto creemos importante abordar el tema de las organizaciones que velan y protegen el Patrimonio, que surgen justamente en ese tiempo y que muchos países al momento, a pesar de ser miembros, no mantienen una relación estrecha con las funciones que estas desempeñan. Quizá porque se tiene un mínimo conocimiento de los instrumentos con los que se cuentan y de las leyes a las cuales se han acogido al momento de incorporarse como Estados miembros.
El reconocimiento del Patrimonio Mundial es otorgado Organización de las Naciones Unidas, para la Educación la Ciencia y la Cultura UNESCO. Es “una categoría en la que se incluyen determinados bienes culturales o naturales de todo el mundo. Nace en 1972, en la Conferencia General de la Organización en su 17ª reunión, celebrada en París del 17 de octubre al 21 de noviembre de 1972”. Uno de los mayores avances de esta convención fue el reunir en una misma categoría tanto a los bienes culturales como a los naturales y asumir la importancia que ambos tienen para el desarrollo de ser humano. Si bien la conferencia tuvo lugar en ese año, los ideales nacieron al menos tres décadas atrás cuando se dio el caso de la construcción de la presa de Asuán en Egipto, en el Nilo. En el año de 1956, el presidente egipcio Gamal Abdel Nasser anunció la construcción de esta presa que inundaría grandes extensiones en las que se encontraban los templos de Abu Simbel. La UNESCO, en el año de 1959, realizó una alerta internacional la que dio como consecuencia la realización de excavaciones arqueológicas en la zona, el consiguiente desmontaje de los templos y su reubicación en un nuevo emplazamiento. Todo esto fue posible gracias a las donaciones que realizaron los países miembros con el fin de salvar el patrimonio egipcio. Posteriormente sucedió de igual manera con vestigios de Pakistán e Indonesia.
La Carta de Venecia llamada también Carta Internacional para la Conservación y Restauración de Monumentos y Sitios, apareció en el año de 1964, con ocasión del II Congreso Internacional de Arquitectos y Técnicos de Monumentos Históricos, en Italia, con el propósito de establecer los principios que deben regir la conservación y restauración; considerando que las obras monumentales están cargadas de un mensaje espiritual del pasado y que continúan de la igual manera en el presente, el testimonio vivo de sus tradiciones. Con este antecedente surge en el año de 1965, el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios, conocido como el ICOMOS, organización de carácter civil, ubicada en París y ligada la ONU a través de la UNESCO. Su principal objetivo es promover la teoría, la metodología y la tecnología aplicada a la conservación, a la protección y a la valorización de monumentos y sitios de interés cultural. Hay que anotar que son los Estados Unidos, los que proponen la idea de la conservación del Patrimonio Cultural con el Natural, en una conferencia que tuvo lugar en la Casa Blanca en el mismo año de 1965, en la que se pide la creación de una fundación en vele por la salvaguarda del patrimonio natural y cultural. Acogidas por la UNESCO y los países miembros, en la actualidad funcionan un sinnúmero de organizaciones que velan por el Patrimonio del mundo. Reunidas en Convenciones han concebido importantes cartas, declaraciones, recomendaciones, principios, convenios, memorandos bilaterales y otros documentos, que buscan salvaguardar los testimonios históricos de los países. Y, de esta manera poder preservar y salvaguardar lo que se constituye como fuentes del origen de los pueblos.
¿Cómo se divide el Patrimonio Cultural?
El Patrimonio Cultural se clasifica en dos grupos principales: Los bienes materiales o tangibles y los bienes inmateriales o intangibles. Los bienes culturales materiales son los objetos que tienen materia física. Son productos del arte, la arquitectura, el urbanismo, el mobiliario, instrumentos musicales, objetos etnográficos, libros y documentales. A este grupo pertenecen de igual manera los bienes y sitios arqueológicos. Pueden ser restaurados para su conservación.
Los Bienes Culturales Inmateriales al contrario, no poseen materia física, son el conjunto de elementos fruto de la conducta y la cultura de un pueblo. Son los conocimientos, las tradiciones, rituales, celebraciones, música, saberes y toda práctica cultural que ha sido trasmitida de generación a generación, a través del tiempo.
DIVISIÓN DEL PATRIMONIO CULTURAL
Importancia y papel del Patrimonio Cultural
Los diccionarios manifiestan que el término Patrimonio viene del prefijo latino “pater o patris” que se refiere a “origen o principio y del sufijo “monium” que indica pertenencia hacia algo o alguna persona. Es decir que el Patrimonio es todo aquello que por derecho pertenece a alguien. Con esta premisa que antiguamente se aplicaba únicamente a bienes económicos heredados, es posible comprender la importancia y el papel que cumple el Patrimonio Cultural en una sociedad. Punto de partida del conocimiento y comprensión de nuestra historia, que se vale de los distintos bienes culturales y elementos inmateriales como testimonios, el Patrimonio Cultural constituye una fuente no renovable, es la memoria de una sociedad. Por medio de la Cultura y el Patrimonio, hombres y mujeres se ubican dentro del desarrollo de la humanidad, saben cómo relacionarse con el medio ambiente, social y natural. Por esta noción heredada, se conoce cómo resolver los problemas de convivencia y supervivencia.
Por medio del Patrimonio Cultural los seres humanos mantienen un vínculo entre el pasado y el futuro, manteniendo en el presente los bienes y las tradiciones, que a su vez se nutren de los aportes contemporáneos para la conservación y salvaguarda, respectivamente. Es de esta manera cómo las personas desarrollan un sentido de pertenencia a una sociedad y su identidad, que reconociéndola, apreciará y respetará durante toda su vida. El Patrimonio Cultural es un elemento vital dentro de las construcciones simbólicas que mantienen hombres y mujeres que como individuos tienen la capacidad de expresar la relación entre las ideas y los valores de forma sintética y emocionalmente efectiva.
¿Por qué conservar nuestro Patrimonio Cultural?
Existe la tendencia a pensar que el Patrimonio Cultural debe preocupar más a autoridades y especialistas, quienes se deberían enfocar en mantener en buenas condiciones los testimonios históricos, casas y demás objetos. Pero cabe recalcar que en sociedades como la nuestra y mucho más desde que Cuenca es Patrimonio de la Humanidad, a más de ser un punto de referencia, ha pasado a ser un eje importante. En estos veinte años el Patrimonio ha dejado de ser una expresión discursiva y aparece de manera constante en el quehacer diario, no obstante la pérdida de muchos bienes de un pasado lejano y reciente, hay que recordar que el Patrimonio Cultural:
1. Legitima nuestra realidad social.
2. Tiene influencia en el desarrollo y planificación urbana.
3. Es fuente de identidad.
El Patrimonio cultural forma parte de la representación del mundo que cada persona tiene, comparte con otros aspectos culturales, políticos y hasta deportivos, que también pueden generar formas de identidad. Pero más allá de todas las interpretaciones y definiciones que podamos encontrar, el Patrimonio Cultural nos remite a realidades como los derechos, la familia, la naturaleza, el trabajo, la trasmisión de saberes, el arte, que si los conocemos a cabalidad, podamos encarar el futuro de la una manera más eficaz.
Ese pasado invocado, convocado, en una suerte de hechizo, no es cualquiera: ha sido localizado y seleccionado por motivos vitales, en tanto que puede contribuir directamente a mantener y preservar la identidad de una comunidad, étnica, religiosa, nacional, tribal o familiar. El monumento histórico es, tanto para quienes lo edifican como para los que reciben los mensajes, una defensa contra los traumatismos de la existencia, un dispositivo de seguridad. El monumento histórico asegura, da confianza, tranquiliza al conjurar el ser del tiempo (Choay, 2007: 2).
Se puede decir, por tanto, que la Conservación del Patrimonio va ligada no sólo al interés por recuperar las raíces históricas locales sino también porque el patrimonio histórico está ligado a los ciudadanos en la medida que para ellos éste denota continuidad, refuerza la identidad social y como signo identitario. En definitiva, el Patrimonio no deja de ser un paisaje histórico lleno de imágenes simbólicas públicas que están estrechamente imbricadas en la vida cotidiana de la gente. “Proteger nuestro Patrimonio es proteger al mismo tiempo la identidad histórica, evitar una alteración de un hito histórico con el que se ha establecido lazos topofílicos, es evitar la pérdida del sentido de lugar enraizado en la historia a través del cual la colectividad se reconoce en su entorno”.
Puesta en valor del Patrimonio Cultural
La puesta en valor equivale a habilitar las condiciones objetivas y ambientales que sin desvirtuar su naturaleza, resalten las características del Patrimonio Cultural, para su aprovechamiento óptimo. Se busca rescatar su valor cualitativo sin dejar de lado el cuantitativo, y poner al servicio de la comunidad entera. Se requiere el desarrollo de una conciencia social que favorezca la conservación y la defensa, promover el uso y disfrute de los bienes que lo conforman y de esta manera contribuir al progreso económico, propiciar la sostenibilidad con una inversión acorde que incluya un equipo humano especializado en las instituciones responsables. La planificación, la promoción de proyectos, la realización de convenios, la búsqueda de presupuestos y la correcta difusión, son aspectos vitales para que el Patrimonio Cultural alcance su correcta gestión, sin menoscabo de su integridad y autenticidad.
El Patrimonio en el Ecuador
El Ecuador posee una larga trayectoria cultural que se remonta aproximadamente a 10.000 A. C. tiempo del cual se guardan importantes testimonios que, investigados científicamente nos permiten conocer las sociedades que nos precedieron y que posteriormente fueron transformadas con la colonia y por la propia dinámica de la Cultura, hasta nuestros días. Hasta el presente, el Patrimonio Cultural Ecuatoriano no ha cesado de enriquecerse, hoy con un enfoque antropológico y sociológico que facilita la difusión de la Historia de los pueblos que habitaron estas regiones, se conserva en museos, bibliotecas, pero también en el espacio público y en sitios arqueológicos. Existen ciudades patrimonio y otras que sin tener esta categoría poseen construcciones reconocidas como patrimoniales. En el Ecuador en el año 2008 con ocasión del lamentable robo de una Custodia religiosa ocurrido en la ciudad de Riobamba en 2007, se tomó mayor conciencia acerca de los tesoros nacionales. Paradójicamente este infausto suceso hizo que las autoridades ecuatorianas desarrollaran el Inventario Nacional del Patrimonio Ecuatoriano que tuvo una duración de aproximadamente tres años. Desde entonces el país conoce de la existencia de sus bienes patrimoniales y va tomando conciencia del valor que representan y la importancia de su conservación.
Cuenca Patrimonio Cultural de la Humanidad
Cuenca fue declarada como Patrimonio Cultural de la Humanidad, de acuerdo con los criterios:
“Criterio II: Cuenca ilustra la perfecta implementación de los principios de planificación urbana del Renacimiento en las Américas.
Criterio IV: La fusión exitosa de las diferentes sociedades y culturas de América Latina está simbolizada de manera sorprendente por el trazado y el paisaje urbano de Cuenca.
Criterio V: Cuenca es un ejemplo sobresaliente de una ciudad colonial española planeada en el interior”.
Como un auténtico sitio en el que la mano del hombre ha desarrollado importantes edificaciones unificadas con un espacio geográfico natural excepcional y un grupo humano con sólidas tradiciones culturales que otorgan identidad a su comunidad. Resulta imprescindible que el ciudadano se apropie de la ciudad, que conozca su historia y desarrolle los mejores hábitos de comportamiento para su conservación. Cuenca una ciudad que además de su riqueza patrimonial material posee elementos del Patrimonio Inmaterial, como el Pase del Niño, el Corpus Christi, el Carnaval Cuencano, la fiesta de los Santos Inocentes, las tradiciones de la festividad de los Fieles Difuntos y las celebraciones de la Semana Santa con sus típicas costumbres definidas en la música, la gastronomía y el folclore. Son bellos ejemplos de Cultura que se deben salvaguardar.
Legislación vigente:
El Patrimonio Cultural tanto nacional como local está protegido por la Ley. De acuerdo con la Constitución del Ecuador, que en su sección cuarta correspondiente a la Cultura y la Ciencia Art. 21 dice: “…Las personas tienen derecho a acceder a su patrimonio cultural; a difundir sus propias expresiones culturales y tener acceso a expresiones culturales diversas…”, “Cap. IX “Conservar el patrimonio cultural y natural del país y cuidar y mantener los bienes públicos”, Título VI del Régimen de Desarrollo: Proteger y promover la diversidad cultural…” y una vez que se crea el Sistema Nacional de Cultura con la finalidad de fortalecer la identidad nacional; proteger y promover la diversidad de las expresiones culturales, incentivar la creación artística, la producción, difusión y distribución y disfrute de los bienes y servicios y salvaguardar la memoria social y el patrimonio cultural. Se garantiza el ejercicio pleno de los derechos culturales”.
En el Reglamento a la Ley de Cultura, en el “Cap. 5.- Del Patrimonio Cultural: Art. 50 De los bienes que lo conforman. “Son tangibles e intangibles y cumplen una función social derivada de su importancia histórica, artística, científica o simbólica, así como ser el soporte de la memora social para la construcción y fortalecimiento de la identidad nacional e interculturalidad. Art. 51.- Del Patrimonio tangible o material. Son los elementos materiales, muebles e inmuebles que han producido las diversas culturas del país y que tienen una significación histórica, artística, científica o simbólica para la identidad de una colectividad y del país. El patrimonio cultural tangible puede ser arqueológico, artístico, tecnológico, arquitectónico, industrial, contemporáneo, funerario, ferroviario, subacuático documental, bibliográfico, fílmico, fotográfico, paisajes culturales, urbanos, rurales, fluviales y marítimos, jardines, rutas, caminos e itinerarios en general, todos aquellos elementos cuya relevancia se inscriba en la definición indicada”
El Código orgánico de organización territorial autonomía y descentralización (COOTAD) en su artículo No. 144 del Ejercicio de la competencia de preservar, mantener y difundir el patrimonio cultural.- dice: “Corresponde a los gobiernos autónomos descentralizados municipales, formular, aprobar, ejecutar y evaluar los planes, programas y proyectos destinados a la preservación, mantenimiento y difusión del patrimonio arquitectónico, cultural y natural, de su circunscripción y construir los espacios públicos para estos fines. Para el efecto, el patrimonio en referencia será considerado con todas sus expresiones tangibles e intangibles. La preservación abarcará el conjunto de acciones que permitan su conservación, defensa y protección; el mantenimiento garantizará su sostenimiento integral en el tiempo; y la difusión procurará la propagación permanente en la sociedad de los valores que representa.
La ordenanza GADM Cuenca 2010, para la gestión y conservación de las Áreas Históricas y Patrimoniales del cantón Cuenca, Feb. 2010, que delimita las zonas patrimoniales de la ciudad y dispone la regulación para su conservación y protección.
El Patrimonio cultural en la actualidad
Como ya se manifestó, a nivel mundial el Patrimonio es motivo de una atención adicional, constituye, un recurso que gestionado conjuntamente con el turismo, genera y mueve grandes capitales, aspecto que le confiere otro grado de importancia y diferentes matices.
Actualmente el concepto de Patrimonio Cultural se sustenta más que nada en su valor de uso o lo que es llamado como el “uso social del patrimonio”. El debate surge cuando se comienza a cuestionar, justamente como recurso o instrumento útil para el Turismo que genera y produce rédito económico, tanto para las grandes empresas, como para las instituciones que lo manejan. Dando lugar a reflexiones sobre la valoración y puesta en uso de estos “capitales” al tenor de las demandas sociales y económicas, por supuesto considerando las leyes que lo protegen. A las que se suma, la correcta mediación o difusión, como una acción de responsabilidad compartida entre las instituciones y la ciudadanía. Estas y otras consideraciones dieron pauta para que en el presente las nuevas legislaciones de los países, consideren la relación entre el patrimonio y la desigualdad social, los usos del patrimonio, los propósitos de la preservación, el patrimonio en la época de la industria cultural y, los criterios estéticos y filosóficos.
La Difusión del Patrimonio Cultural
La Difusión del Patrimonio se inserta como un instrumento de educación para las nuevas sociedades, dependiendo por supuesto de las asignaciones que se destinen para ello. Tanto en Europa como en América la gestión del Patrimonio Cultural, no es una prioridad de los gobiernos. Las instituciones mundiales que velan por el Patrimonio, a su vez dependen de los aportes que entregan los países y que cada vez se reducen. Valiéndose de museos, sitios arqueológicos y demás bienes patrimoniales, el turismo realiza igualmente la función de educador lo cual genera aristas que trascienden a los ámbitos patrimoniales. Los países y sus economías definen la difusión del patrimonio cultural, se delinean políticas, se destinan fondos para su conservación y se garantiza el respecto a las normativas que lo protegen, en la medida de las posibilidades. Pero la difusión aún no constituye un objetivo principal, se gestiona la información y la comunicación. En la gran mayoría de casos no se lo considera como sistema que genera procesos para la apropiación ciudadana y dada su amplitud, estará permanentemente supeditada a externalidades.
Otro aspecto que puede estar desnaturalizando al Patrimonio, es la influencia de las imágenes y los signos de prestigio, status, lujo que van mercantilizando los espacios, tornándolo como un elemento más de los mercados de la exhibición. Hay quienes hablan de una degradación ya no solamente de su parte material, si no de su valor simbólico, pues los espacios patrimoniales al ser considerados un bien público son objeto de consumo si sus beneficios son importantes. Si bien el turismo genera empleos, mejora niveles de vida, requiere ser afinado con prioridad. La característica de inalienabilidad que tiene el patrimonio tampoco permite la injerencia de otros países en la protección de los bienes que puedan estar en riesgo, las instituciones mundiales hasta hoy -perspectiva que está siendo revisada-, no han intervenido directamente en los procesos para la gestión, conservación, salvaguarda y difusión de los patrimonios de sitios que pueden estar en riesgo. Estas únicamente recomiendan a los gobiernos, asumir las competencias de manera efectiva, pero esta recomendación no siempre es acogida en toda su extensión. Si consideramos que el primer paso para la educación para el patrimonio es la difusión, le hace falta la estimación efectiva de los gobiernos.
Conclusión:
Se viven tiempos de una videopolítica y una cibercultura, que acrecienta la hegemonía de los grandes poderes mundiales. Y, en medio de esto se encuentran los sistemas frágiles, de soberanías limitadas, de democracia precaria, de poca tolerancia interétnica, interreligiosa en muchos países del mundo. Es cuando aparece el Patrimonio como blanco de los grandes atentados. Coincidiendo con lo dicen algunos investigadores, al parecer ha llegado la hora de tomar las medidas correctas, insistir en la gestión de los presupuestos locales y nacionales. A nivel internacional llegar con las discusiones al marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas, así como a las reuniones de la UNESCO y de ICOMOS, para hacer más democrática y plural la toma de decisiones en materia de acuerdos y políticas cultuales, multilaterales y mundiales. Más allá de la denuncia de las lecturas neocoloniales de la globalización, que pretenden legitimar una imagen avasalladora del mercado mundial y de las tecnologías de la información sobre los espacios nacionales, surge la posibilidad de que cada país se esfuerce por repolitizar el ámbito de los presupuestos economicistas y neutralistas.
En nuestra ciudad la situación se torna cada vez más compleja y constituye una obligación ciudadana asumir un empoderamiento para servir de mediadores de la Preservación del Patrimonio en los entornos familiares y laborales.
Cuenca, octubre de 2019.
Lic. Monika López Avilés, Mgst. CMS.
CONSERVACIÓN DE PATRIMONIO
& ESTUDIOS DE LA CULTURA
Citas:
1] http://www.cromacultura.com/
2] Arévalo, Javier M., El Patrimonio como representación colectiva. La intangibilidad de los Bienes Culturales. Gazeta de Antropología, 2010, 26 (1), artículo 19 · http://hdl.handle.net/10481/6799
3] BUERO, C., La conservación del paisaje urbano desde el punto de vista fenomenológico. En Ciudad y Territorio, 1990.
4] http://www.iglesiaecuador.org.ec/index.php?option=com_content&task=view&id=201&Itemid=31
5] CARDOSO M. Fausto, et al. Proposal for the inscription of the Historic Center of Cuenca Ecuador, in the world heritage list. Pp. 20-21,2017
6] Constitución de la República del Ecuador, 2008.
BIBLIOGRAFÍA GENERAL
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www.rae.es/obras-academicas/diccionarios/
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