EL JARDÍN DE JUANA

 


“La lección que aprendí a fondo y deseo trasmitir a los demás, es conocer la felicidad duradera que brinda el amor a un jardín”

Gertrude Jekyll


LOS JARDINES Y HUERTOS EN LA CULTURA DE LAS CIUDADES 

La Organización de las Naciones Unidas para la Cultura, las Ciencias y la Educación, en su recomendación al respecto de los jardines considerados valiosos, especifica que el jardín debe tener, además de un interés y valor histórico, artístico o cultural, un interés público. Es decir que, debe ser apreciado por la gente, de lo contrario deja de tener razón de ser. Este es el caso del Jardín de Juana Ugalde Cueva, emplazado en el extremo sur de la parte urbana de Cuenca, como una verdadera obra de arte, una joya de una estética sin par. Fruto de la mano de su autora, cuyo amor por las plantas dio lugar a este sitio mágico, que  como una bella sinfonía, combina colores y olores de flores, plantas medicinales, ornamentales, plantas condimentarias, árboles frutales y muchas otras especies. Creado con el único fin de otorgar embellecimiento a su propio espacio y el de quien se acerque para adquirir una de sus plantas. Por su puesto sin dejar de ser el cálido y amable hospedaje, para las aves más hermosas que le visitan a diario. 

AL RESCATE DE LA MEMORIA

Desde una perspectiva etnobotánica y en relación con la visión del Patrimonio Cultural Inmaterial, concepto que surgió en 1990 centrado en los aspectos esenciales de la cultura, que en 2001 luego de una encuesta realizada a nivel mundial, dio lugar a que en 2003 la UNESCO en su convención adopte su protección y lo defina de la siguiente manera:

 

“Patrimonio cultural inmaterial significa las prácticas, representaciones, expresiones, conocimientos y habilidades, así como los instrumentos, los objetos y artefactos, los espacios culturales asociados con los mismos, que las comunidades, los grupos y en algunos casos los individuos reconocen como parte de su legado cultural. Este patrimonio cultural inmaterial, transmitido de generación a generación, es constantemente recreado por comunidades y grupos en respuesta a su entorno, su interacción con la naturaleza y su historia, y les proporciona un sentido de identidad y continuidad, promoviendo de este modo el respeto por la diversidad cultural y la creatividad humana. Para los fines de esta Convención, la consideración se concederá únicamente al patrimonio cultural inmaterial en tanto sea compatible con los vigentes instrumentos humanos de derecho, así como con los requerimientos de mutuo respeto entre comunidades, grupos e individuos, y a un desarrollo sostenible”. (UNESCO 2010).

 

En la Carta de Florencia, igualmente se hace hincapié también en la necesidad de mantener, conservar, restaurar y recuperar este tipo de jardines, no sin antes realizar los estudios previos, con el fin de que perduren en el tiempo y puedan ser disfrutados y salvaguardados por la gente.

JARDINES Y HUERTOS EN LA PROVINCIA DEL AZUAY

“El espacio construido en Cuenca desde la época de la colonia, tomó en consideración la dinámica social involucrada íntimamente con la agricultura, sea para el sustento de las familias o para el comercio local y regional.  En el trazado original de las ciudades se consideró los espacios para vivienda, edificios, plazas, ejidos y lugares para el abastecimiento de leña, madera y agua para las casas. En los predios destinados para para las viviendas, se otorgó máxima importancia al espacio para huerto, establo y caballeriza, siendo los primeros sitios, los de primera necesidad para el normal desenvolvimiento de la vida de las personas”. (INPC, 2012)

Es así como hasta bien avanzado el siglo XX los huertos y jardines eran parte fundamental del diario vivir de las familias cuencanas, allí se cultivaban hortalizas, plantas medicinales, plantas condimentarias y por supuesto el jardín de flores que no faltaban en las decoraciones de los hogares durante el año y en los momentos festivos, con mayor intensidad. Lastimosamente el desenfrenado desarrollo urbano, hizo que muchísimos de estos huertos y jardines desaparecieran, lo que llamó la atención de las instituciones y autoridades para que se realicen estudios y se vele por su salvaguarda, al menos de los que aún se conservan. Teniendo en consideración por supuesto, la dinámica propia de la cultura, que integra aspectos del presente y que las sociedades actuales valoran con especial aprecio.

Por tanto, es imprescindible considerar que, si bien el Patrimonio Cultural nos remite a pensar en la historia, memoria y pasado, es menester que en el presente se vele por un patrimonio de cara al futuro, si es fruto de la creatividad y sensibilidad humana capaz de crear, conservar, compartir y recrear una huella histórica que perdure en el tiempo. Más que nada, si este esfuerzo va en rescate de la memoria, con el fin de preservar y salvaguardar un legado recibido de padres y abuelos, quienes tuvieron los conocimientos que deben ser aprehendidos y retomados en tiempos como los presentes, en los que se cuida y se protege la naturaleza, que ha sufrido tanta depredación y atentados.

EL JARDÍN DE JUANA


Como se manifestó en párrafos anteriores, este hermoso jardín nació hace unos treinta años primero en la casa de su padre y desde hace unos veinte cinco años en la residencia de Juana Ugalde Cueva y sus hijos, cercano al sector de Narancay. En la intención de desarrollar su amor por las plantas y buscar un sustento para su familia, en el área que circunda a su residencia, cuya arquitectura es de por sí también, una obra muy especial. Comienza su gran labor agricultora, con el fin de rescatar las especies ornamentales, medicinales, y las que sirven además como especias o condimentos para las comidas y que todo el mundo las requiere, mucho más hoy, tiempo en el que, se aprecia en gran manera todo lo natural. Como Juana nos cuenta:


“Desde pequeña crecí rodeada de un gran jardín que siempre fue el espacio central de la casa, mi padre injertaba rosas, frutales y mi madre aportaba con la poda y el cuidado del jardín; de los dos creo que en el ADN llevo esa herencia marcada de la pasión por las plantas. Con los años todo ese mundo me fue formando como la actual jardinera que soy. Palada por palada creció el jardín actual que tanto amo, del cual disfruto y también hago disfrutar a los que me visitan, mostrándoles lo generosa que puede ser la naturaleza cuando se cuida y se esfuerza por mantenerla.

 

En un espacio relativamente pequeño, nada se desecha todo se transforma, la tierra generada por el propio jardín a través de compost con lombricultura, materia orgánica óptima para el crecimiento de las plantas sin utilización de químicos, por lo que conlleva a convivir con mucha variedad de fauna como luciérnagas, saltamontes, ranas y variedad de aves. Las flores, muchas de ellas temporales nutren el alma y los sentidos con su aroma y colores, y son el plato favorito de los colibrís, pinchaflores, abejas, mariposas, moscardones e infinidad de insectos.  Y por supuesto, los frutos generados por el jardín son aprovechados tanto por las aves, como por mí.

 

Luego de cumplir el ciclo, como todo en la vida, llegan las semillas y con ellas las bandadas de jilgueros, semilleros que vienen a recoger su almuerzo y de paso se dan un baño refrescante en el agua de las piedras; acicalándose y aleteando se despiden dejando toda su energía emanada en el ambiente y en todo mi ser. De pronto se oye una riña territorial entre otros pájaros, doy un giro y miro a un colibrí recolectando de los frailejones lanita para su nido, y yo recolecto semillas para mi próxima siembra. 

 

Un poco de poda de las ramas largas que dan mucha sombra, no puedo dejar de pensar en utilizarlas para crear esculturas móviles que armonicen el ambiente. Forman también parte del jardín troncos, regalos, objetos de casa como jarros, ollas, cerámicas que conviven con las plantas; hasta los desagradables plásticos de nuestra actual sociedad de consumo se vuelven útiles sirviendo como recipientes para albergar nueva vida, semilleros que cuando uno los ve brotar el corazón palpita más breve y nos armonizamos con la vida misma. Así es a breves rasgos el alucinante mundo de mi jardín.”

Este bello huerto jardín posee, además, una carga estética de gran belleza que llama la atención en cuanto nos acercamos. Como una atmósfera que nos remite a un lugar de ensueño, difícil de encontrar en los espacios a los que estamos acostumbrados. El aroma de las flores, el olor de una huarmi poleo, de una menta, de un romero, del orégano, nos retorna al encanto de un pasado que se abre paso en medio de la vorágine del presente, para decirnos aquí estamos y aún somos útiles. La visita diaria de una infinidad de aves, de las cuales los colibríes como se dijo, son los dueños y señores, ha hecho de este lugar, un verdadero paraíso. Por cierto, las aves se pasean y revolotean con tal familiaridad, que no temen ni a las personas, ni a las cámaras.

Así es lugar de vida de Juana Ugalde Cueva, una especie de edén que le regala al visitante lo más hermoso, un paisaje sin igual. A su dueña, el fruto de su trabajo, le permite el sustento y a su vez la posibilidad de heredar sus descendientes este maravilloso conocimiento recibido de sus padres Aurelio Ugalde González y Alicia Cueva Jaramillo, a quienes por cierto les guarda un inmenso agradecimiento por su apoyo, generosidad, paciencia y creatividad para ayudarle a concretar este hermoso sueño, cuyos recuerdos como pudimos apreciar en sus propias palabras,  los mantiene vívidos en su memoria. 

UNA HERENCIA CULTURAL 

Si bien la tecnología y la producción a gran escala de todo lo que nos rodea en el presente, llama la atención de todos, aspectos como la Cultura nos permiten disfrutar aún del conocimiento heredado de generación en generación, las tradiciones orales, las costumbres y este tipo de legados, son una herencia cultural que asimismo debe ser salvaguardada y difundida entre las nuevas generaciones. Cabe recalcar que pocos son los cultores y los esfuerzos que se realizan en estos temas, la educación de la juventud para que conozca, se empodere, cuide y ame al Patrimonio como fuente de identidad y su propia historia, requiere de un mayor empeño.

El Patrimonio conlleva, una relación de pertenencia con las personas, pues ellas son sus creadoras, herederas, legatarias y trasmisoras. El Patrimonio es inseparable a la cuestión humana, si es material o inmaterial, tiene un trasfondo simbólico que da lugar a una mejor cohesión social, su esencia impregna las sociedades, trasciende al tiempo, es una cuestión histórica, cuyo conocimiento y valorización será de cualquier manera, trasmitido a las generaciones siguientes.

Por todo lo anotado, es imprescindible que estos patrimonios, que como pequeñas historias sumadas a otras, otorgan valor a la herencia cultural de Cuenca, sean conocidos y preservados.

Nuestra sincera felicitación a Juana Ugalde Cueva, por su trabajo con la naturaleza, por el amor que profesa hacia sus plantas, que siga adelante por el bien de la Ciudad Patrimonio de la Humanidad.

Ilustraciones fotográficas: 

 

La mayoría de los jardines son documentos de devoción con los que se vive la vida. Karl Foerster.

Las flores son la sonrisa de la tierra. Ralph. W. Emerson

La hierba es el cabello de la tierra. Foerster.

 

Los árboles son poemas que la tierra escribe en el cielo. Khalil Gibran

            Cuando florece una flor, nos muestra su belleza. Si no florece, nos enseña esperanza.                            Chao – Hsiu Chen.

Las flores son las hermosas palabras y jeroglíficos de la naturaleza que usa para indicarnos cuánto nos ama. Goethe.

Ser abrumado por el aroma de las flores es una alegre derrota. J. Beverly Nichols


No estoy atado a ningún lugar público, sino a la tierra de los míos donde he plantado viñas y árboles frutales, y en el calor del día he escalado hacia su sombra sanadora. W. Berry.

Cuenca, octubre de 2021.


Comentarios

  1. Me siento honrada y muy satisfecha al leer este relato basado en mi jardin, agadezco infinitamente la captación y sensibilidad con la que Monica se expresa.
    Y sean siempre bienvenidos al "Jardín de Juana"

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Juanita ha sido un verdadero placer escribir acerca de su hermoso jardín. Un abrazo.

      Eliminar
  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo conozco ese paradisíaco jardín. Un lugar lleno de armonía , belleza y paz.Su propietaria-jardinera es erudita explica los secretos de las plantas con singular bondad

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

EL MONUMENTO A CRISTO REY

EL PARQUE CALDERÓN: Texto y punto de partida de un itinerario patrimonial.

Por sus frutos…