LA PLAZA DE SAN FRANCISCO DE CUENCA A LA ESPERA...
LA PLAZA DE SAN FRANCISCO DE CUENCA A LA ESPERA...
Mónika López Avilés
Quizá es el proyecto de Conservación del Patrimonio de Cuenca, que ha permanecido en una suerte de “sala de espera”, por al menos cinco décadas. Visto por todos como un lunar en la ciudad histórica, el espacio de la Plaza de San Francisco no ha tenido la suerte de que hayan confluido decisiones y gestiones para llevar a cabo su recuperación. Hay quienes dicen que no hubo interés por parte de las autoridades, otros dicen que las distintas propuestas no llegaron a ser de la aceptación general; pero las voces fuertes aseguran que es el tema político el que ha sostenido esta larga agonía, pues nadie quiso jugarse a enfrentar el gran colectivo ciudadano que se ha apropiado de este espacio público. Analizar el tema del Uso del Espacio Público y de una situación que en la ciudad de Cuenca no se puede postergar. Cierto es y todos dicen lo mismo: “Qué se haga algo, lo que sea, pero así no puede continuar”, pero no es tan sencillo. La conservación del Patrimonio en los actuales momentos tiene en primer lugar protocolos que deben ser respetados estrictamente. Partiendo del hecho de que se trata de una actividad multi e interdisciplinaria y en este punto ya surge el primer impase: en Cuenca por mucho tiempo el resto de disciplinas que no sean del ámbito arquitectónico y de ingeniería, se consideran y se relacionan únicamente en el momento de la elaboración del proyecto y de acuerdo con el formato del expediente, quizá solamente hasta ser aprobado. Así tenemos que disciplinas como: la Antropología, la Historia, la Arqueología, la Conservación de Patrimonio estricta y otras, recién cobran importancia y más que nada son consideradas como ciencias y/o técnicas imprescindibles obligatorias, tanto para los proyectistas como para autoridades, desde hace muy poco tiempo. En el caso de la Plazoleta de San Francisco, la implementación de un equipamiento contemporáneo que responda a la creatividad per sé y que irrumpa con el espacio y la atmósfera componentes por excelencia de las plazas latinoamericanas cargadas de un bagaje histórico, redundaría en un perjuicio. La Teoría de la Conservación del Patrimonio manifiesta que la instalación de elementos en un espacio patrimonial, tiene que mostrar su tiempo. Muchos consideramos que la contemporaneidad se puede definir en el diseño, con materiales tradicionales o viceversa. La Creatividad que sí es posible en la Restauración, se traduce en la respuesta cuidadosa y acertada que tenga el restaurador, con elementos que se integren al entorno patrimonial sin agresión. Desarrollando paralelamente un Plan de Gestión aplicable y de Turismo, pero que no sea este último, el fin primordial, pues si decae, se arriesgaría el proyecto en su totalidad. (Basado en artículo de la autora en Rev. El Observador No. 90. 2015)
http://www.revistaelobservadorec.com/revista.php?id_edi=hltVW10qCE&id_cat=FEp0znoN4l&id_item=vLKvzZF1jk
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