La increíble y triste historia de la vida del contratista de....

LA INCREÍBLE Y TRISTE HISTORIA DE LA VIDA DEL CONTRATISTA:
El otro día me comentaba una amiga Arquitecta Restauradora, una de las más capacitadas profesionales en la rama que tiene nuestra ciudad de Cuenca, que ya prácticamente estaba acostumbrada, de tanto recibir invitaciones para: “Estudios para la colocación de fibra óptica en el ….” ó  “Implementación de Sofware de…”, etc. En nuestro caso nos pasa lo mismo, en estos mismos días recibimos una invitación para participar en el proyecto la “Ampliación y mejoramiento de la infraestructura del Data Center….” Ó  “Construcción de la segunda etapa del Campamento de la…”, etc. Lo más extraño de estas invitaciones son los tiempos, pues en la mayoría de los casos se tiene como plazo un día laborable entre paso y paso y, dos de fin de semana y el lunes siguiente a las 8am para la presentación de la documentación. Al parecer solo el hombre de acero puede batir ese récord.
“Las invitaciones para Restauraciones, brillan por su ausencia en nuestros correos”.
Los dos únicos contratos de alrededor de  10.000 $ que logramos acceder en el año 2007 y el 2008, fueron conseguidos a puro pulso e insistencia, pues el Patrimonio Material no  es precisamente una buena plaza para conseguir votos. Y nuestro patrimonio económico invertido en la capacitación para servir a nuestro país, jamás recibirá recompensa, si no es, saliendo fuera.
En el tema de los dineros… el caos más grande se da en la recepción de anticipos y saldos. Pues hay que renovar y renovar pólizas hasta que salga el anticipo y procurarse un buen crédito para no retrasar el avance del trabajo por los plazos, ya que el saldo está más lejano cada vez. Aún más cuando el fiscalizador no se apresura con el informe final.
 En el último contrato que tuvimos, se nos canceló el saldo luego de varios meses de terminada la obra, mientras tanto los proveedores anulaban y anulaban facturas en serie. Pues con el retraso de pagos, ellos no pueden liquidar sus cuentas a fin del mes.
Lo cierto es que uno termina pagando a crédito, o como se tenga. Y por supuesto no hay como ni siquiera realizar las declaraciones de impuestos pues si no se cobra, cómo se paga. Pero eso sí, las multas están listitas y las comunicaciones inmediatas. Ahora inclusive te dejan mensajitos en los teléfonos.
En fin… esta es a grosso modo, la increíble y triste historia de la vida del contratista… de ínfima cuantía…por supuesto!!!


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